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El proyecto de reconstrucción más reciente en el Barrio Romano se trata de un local comercial para productos de alta calidad situado a lo largo de la vía llamada Südstraße, frente al edificio residencial de su propietario original y contiguo a él se ha reconstruido también un porticus cubierto. Además de un mostrador para la venta callejera, el local contaba con un espacio de almacenamiento, exhibición y ventas para atender a una clientela nutrida. Las reconstrucciones nos permiten conocer el establecimiento de un comerciante de aceite de oliva romano.

Entre los productos que se traficaban a largas distancias y se importaban en grandes cantidades figuraba, además del vino, el aceite de oliva. Los negocios centrados en él eran especialmente rentables, ya que no solo era uno de los alimentos básicos más relevantes, sino que además servía para el cuidado corporal después de bañarse en las termas, como base para ungüentos, como protección contra el sol y el frío, y, sobre todo, como combustible para lámparas de aceite. En suma, desempeñaba un papel crucial como fuente de iluminación.

La reconstrucción de este establecimiento comercial arroja luz sobre el papel de Carnuntum como centro económico y mercado para productos comerciales que llegaban desde tierras lejanas, en la intersección de dos importantes rutas comerciales, el propio río Danubio y la Ruta del Ámbar.